Hoy jueves 7 de junio es nuestro último día de bidean. Como ya pasó el año pasado, coincidimos con un jueves de connotaciones religiosas cristianas importantes: Corpus Christi. Nosotros tenemos bastante con tirar de nuestros corpus. Hoy, por si las moscas, madrugón importante. Tenemos 3 km más de lo previsto en la hoja de ruta. Así, si tenemos alguna incidencia, no peligrará nuestro enlace con el autobús a Madrid. Callejeamos por el ensanche de Haro y pronto, ración de asfalto por arcén de, eso sí, carretera poco transitada. Tras cruzar sobre la autopista de peaje abandonamos el asfalto y pisamos tierra. Buen día pero algo ventoso; nos preocupa el viento porque en el primer repecho nos topamos con un tracator fumigando viñas; la cosa no acaba mal. Tras caminar entre campos de cereales nos acercamos a Zarratón
Es un buen momento para tomar un pre-ángelus y tras pasar la iglesia
y comprobar que hay buenos artesanos del hierro por estos lares
buscamos un bareto donde repostar. Estamos en la dirección equivocada, nos indican. Los 2 bares están en sentido contrario al camino. Damos la vuelta y vamos en su busca. El primero está cerrado, pero el segundo no. Buen tentempié. Hasta . ito se toma medio pincho de tortilla para enderezar sus entrañas que no acaban de asentarse. Una vez repuestos seguimos camino entre campos de cultivo
Aunque el aire fresco no nos deja sofocarnos, en un momento dado nos refrescamos obligatoriamente gracias a los riegos que remojan los campos de remolacha
Tras otro tramo rural, con la única curiosidad de atravesar Madrid de los Trillos (3 casas de buen aspecto con algunos perros ladradores) dejamos al este San Torcuato y nos llegamos hasta Bañares donde una cervecita fresca (aunque mal tirada) nos sirve de excusa para descansar un rato.
Al salir de Bañares, un rótulo nos proporciona tema de conversación para un buen trecho
Hace rato que vemos en la lejanía Santo Domingo de la Calzada, pero al dejar Bañares, la tenemos casi al lado.
Pasito a paso nos vamos acercando
Ya en Sto. Domingo, en la calle Mayor nos fundimos con muchos peregrinos que vienen por el Camino Francés. Llegamos a la plaza de la torre de la catedral y allí nos fundimos en un abrazo de celebración por el final del Bidean al son de la famosa tonada "Tacón, tacón; tacón, punta, tacón". Ya más calmados visitamos la catedral y algunos de sus más famosos iconos: el gallo de la leyenda,
la imagen de San Felices, el maestro de Emiliano, luego San Millán de la Cogolla,
la rejería de la capilla de la Magdalena
Tras el alimento espiritual, nos damos al alimento material y después buscamos una terraza para descansar hasta la salida del autobús. Al final nos ha sobrado bastante tiempo pero estamos más relajados. Llegada la hora de nuestra partida nos dirigimos a la magnífica estación de autobuses para abordar el bus de la empresa PLM que nos transportará hasta Madrid
Bideaneros cansados pero con nostalgia de los buenos días pasados